Para terminar con los ácaros, lava las sábanas a mucho más de 60 grados centígrados. Si lo haces a una temperatura mucho más baja, puedes añadir unas gotas de un acaricida natural, como aceite de lavanda o de árbol de té. Otra alternativa es emplear la secadora a una temperatura mayor a los 60 grados centígrados, a lo largo de cuando menos 15 minutos.
El trabajo, los estudios o una riña cariñosa son ciertas intranquilidades con las que acostumbramos a acostarnos cada noche. No obstante, frecuentemente no sabemos de que en nuestras camas avizoran plagas microscópicas que tienen la posibilidad de ocasionar reacciones desfavorables a nuestra salud.
Son ácaros, artrópodos (de arthron, «articulación»), un orden de seres vivos cuyo nombre hay que a la cubierta exterior que cubre su cuerpo.
Consejos prácticos
Causantes a tomar en consideración para achicar o remover el foco sobre los alérgenos:
En cuartos: sostener la humedad relativa del aire en y algo menos del 50% y la temperatura entre 20-22¼ C.
Eliminar el polvo con regularidad fregando con agua o usando aspiradores que han de ser de clase S con H.Y también.PA. por las próximas causas: polvo de hasta 0,5 mm de tamaño que puede inhalarse hacia los pulmones, H.Y también.PA. Se usan en quirófanos y laboratorios, con lo que tienen la posibilidad de absorber partículas de 0,3 mm.
Una aceptable ventilación es primordial para remover los ácaros, con lo que aparte de orear las habitaciones con cierta frecuencia, ventilar bien la cama y exponerla al sol por lo menos una vez por semana.
Lava la cama habitualmente ahora una temperatura mayor a 60¼C, en la situacion de los colchones es muy eficaz meterlos en una sauna. Con la temperatura alta mueren, en cambio el frío no les perjudica.
Adorna con la menor proporción de textiles viable y, si es viable, divide el armario de la región donde duermes, si esto es imposible, cerciórate de que todos y cada uno de los muebles donde haya textiles de cualquier clase estén almacenados de alguna forma. de ventilación.
Sacar de los cuartos toda clase de muebles cargados electrostáticamente: plásticos, repletas de aglomerado, tal como cualquier género de revestimiento que logre producir gases tóxicos como aldehídos, PCPs, PCBs, etcétera. puesto que asisten al desarrollo de los ácaros. Los materiales naturales en sí mismos son buenos reguladores de la humedad, con lo que hay que eludir la utilización de materiales plásticos que compliquen la respiración del hogar, tanto en la construcción como en la decoración.
Disminuye la viable polución electromagnética puesto que asimismo estimula la aparición de ácaros.
Calefacción que impide la circulación de partículas de polvo (por poner un ejemplo, suelo brillante en combinación con moqueta ayuda en buena medida al desarrollo de ácaros.
Hay un ácaro en el mercado usual, sin embargo, No se aconseja su empleo gracias a los biocidas que tiene dentro este género de artículos.Si es indispensable usarlo, cerciorarse de que los elementos sean totalmente naturales.
Lavar la cama semanalmente
La cama pertence a los sitios preferidos de los ácaros, puesto que reúne todas y cada una de las condiciones para vivir y reproducirse, por este motivo pertence a los elementos del hogar que debemos adecentar habitualmente.
La recomendación es sostener la habitación lo mucho más saludable viable, esto quiere decir lavar todas y cada una de las sábanas, fundas de almohadas, cobertores y albergas en agua ardiente, a una temperatura mínima de 130°F. que se genere el parasitismo.
Presta particular atención al dormitorio
Los ácaros distribuyen contigo la vivienda y de manera especial la cama. Presta particular atención al dormitorio.
Las indagaciones detallan que la gente pierden la mayoría de las escamas de su piel en el momento en que se desvisten y duermen. El colchón, la ropa de cama y la almohada son los sitios especiales a fin de que los ácaros del polvo medren y se multipliquen. De todos modos son la gente las que nutren a los ácaros y no el resto de elementos. Por consiguiente, utilizar un cubrecolchón y lavar la ropa de cama de manera regular puede impedir gran parte de los ácaros del polvo. Lave la cama al 60% para matar los ácaros del polvo.
No coloques plantas en tu dormitorio. Las plantas amontonan polvo.
Lo idóneo es que tu dormitorio no pase los 24°C.
Abre las ventanas frecuentemente para eludir la humedad.
No dejes ingresar a tu mascota en el dormitorio, puesto que los perros y gatos son portadores de ácaros.
Usa un cubrecolchón lavable con régimen antiácaros para resguardar tu colchón. Lávelo con cierta frecuencia a 60 ° C grados.
Lava las sábanas o fundas norteñas por lo menos una vez por semana a 60°C.
¡No hagas la cama! No te lo vas a opinar, pero es preferible no llevar a cabo la cama. Al dejar su cama descubierta, la humedad puede huír y la luz (luz del sol) contribuye a matar los ácaros. ¡Los ácaros del polvo detestan el sol!
Suena un tanto poco entretenido, pero trata de sostener tu habitación lo mucho más vacía viable. Sostenga libros, plantas, juguetes y animales de peluche fuera del dormitorio. Si quiere que su hijo tenga animales de peluche, asegúrese de que sean lavables.
El suelo ideal en el dormitorio es el linóleo, los azulejos o la madera, impide las alfombras o moquetas.
Sustituye tu colchón tras diez años. En el momento en que cambias de colchón asimismo andas descartando cientos de millones de ácaros del polvo.
Si es viable, mantén tu ropa fuera del dormitorio. Un vestidor separado para la ropa es preferible que un armario en tu dormitorio. Pierde las escamas de la piel superior al desvestirse. Impide vestirte en el dormitorio, lo idóneo es llevarlo a cabo, por poner un ejemplo, en el baño.
Si tiene doble acristalamiento en sus ventanas, asegúrese de sostener las ventanas abiertas hasta el momento en que se haya desvanecido la condensación.
Preparación
Añade el bicarbonato de sodio en un envase y mézclalo con el aceite fundamental de árbol de té.
Pulveriza el producto sobre las piezas que desees adecentar (por servirnos de un ejemplo, el colchón) y déjalo accionar a lo largo de una hora.
Pasado este tiempo frotar la solución con un cepillo y sacar el exceso con un aspirador manual.
